Hola a todos:
Si algo es de biennacidos en este mundo es ser agradecidos. Este año no está siendo y a la vez está siendo bueno. ¿Por qué? En el Manual del Buen Parado nunca está de más hacer reflexiones sobre el tiempo, las emociones y la vocación. La verdad es que llevo mucho tiempo sin escribir, y supongo que en general tampoco se me ha echado de menos porque no soy una persona que se dedique a publicitar su blog y tener muchos seguidores, más bien la gente se va dejando caer por aquí de vez en cuando y a mí eso me encanta. Más que nada, porque siempre es bonito leer (yo creo que a veces casi se podría decir escuchar, porque yo por lo menos le pongo voz a lo que leo en mi mente) algo de alguien que pueda estar pasando por situaciones similares a las nuestras.
Hoy voy a hablaros del TIEMPO. No sobre si hace calor, frío o viento... Sobre algo muy medible: los segundos, minutos, horas, días, años... Nuestra vida. Lo primero que se me ocurre es el tiempo que llevo sin escribir nada, ¿por qué? Uno de mis abuelos se fue, se escapó de mi vida como un pajarillo que se marcha volando... se me escurrió de las manos y apenas lo había atrapado aún. No podría hacerle justicia describiéndolo: sus batallitas, sus guiños, su sonrisa, su amor... Como era mi padrino y había tenido cuatro hijos y ninguna hija, siempre me decia: "¡Nena! El día que te cases te llevo yo al altar". Yo siempre le decía que a ver que le parecía a mi padre, si no le importaría. Incluso llegué a pensar en llevarlos a los dos, ¿por qué no? Pero entonces el tiempo corrió, corrió y corrió y drante un mes en el hospital lo vimos marchitarse, apagarse lentamente, y el mundo nos lo robó. Desde ese día no soy la misma persona. Ya van a cumplirse seis meses. ¿Poco? ¿Mucho? Quién lo podría decir. A mi me parece que hace una eternidad que no lo veo.
Tengo una pareja a la que adoro, pero ya no tengo tantas ganas de casarme. Sé que ese día será feliz pero recordaré tanto a mi abuelo que no creo que lo disfrute de verdad, no podré contener las lágrimas y solamente de pensarlo me muero.
El tiempo también nos ayuda a desesperarnos. En lo de estar parados hay muchas variantes, cada persona y su entorno son tan distintos que ni eligiendo a aquellos que más se parezcan a ti tendrás una idea de lo que realmente pasa con y por ellos. Cuando tienes unas expectativasa que cubrir, unas necesidades familiares, una vida que dirigir, el no ingresar dinero se hace cada vez más agobiante. Ves como se para tu vida porque no consigues hacer todo aquello que quisieras. Sin embargo, el tiempo también te puede dar una oportunidad para redefinirte. Me explico, la mayor parte de personas que conozco que han estudiado dicen que si pudiesen volver atrás hubiesen hecho otra cosas. A mi me pasó lo mismo: cuando eres joven y no tienes claro lo que quieres es muy fácil que la gente te marque el camino que debes seguir. A la larga, puede que termines descubriendo lo que te gusta. Yo empecé a dar clases particulares y me apasionó desde el primer momento, ver como la gente iba mejorando y sacando mejores notas da una satisfacción personal que no podría transmitir. Como no se dan becas para hacer una segunda carrera, y no me puedo permitir pagármela, me apunté al Máster de Profesorado en el cual aún puedo optar a una. Por una vez en mi vida encontré un trabajo que realmente me hizo feliz, y no se me ocurrió desaprovechar el tirón.
Así que, en resumen, lo que os quiero decir es que el tiempo que tenemos es muy corto, pero a la vez enormemente largo si dedicamos nuestra vida a cosas que no nos gustan o no nos realizan. Creo que el momento de reflexión en el que os encontráis lo podéis llenar indagando más sobre vosotros mismos y valorando a qué queréis dedicar la mayor parte de lo que siempre váis a tener: TIEMPO.
Puede que os ayude colaborar con alguna asociación, por ejemplo. Tened siempre presente que estamos en un periodo de la vida en el que somos especialmente emocionales, y las cosas que ocurren o no terminan de suceder a nuestro alrededor nos afectan, pero no por ello somos peores personas. Solamente estamos pasando por una fase difícil en el camino, pero puede que alguno, como a mi me ha pasado, esa fase le ayude a definirse más y a conocer la verdadera vocación que reside dentro de él.
viernes, 4 de octubre de 2013
miércoles, 27 de febrero de 2013
Tema 9: Life is Life
Cuando somos pequeños todo es bonito y sencillo... O eso es lo que nos cuentan en las películas por lo menos. Yo creo que muchas infancias, por desgracia, no lo son. Me hace mucha gracia cuando la gente dice que estaban mejor en aquella época, ya que me pongo a pensar en ella y para nada me gustaría volver allí. A día de hoy, quizás podría decir que sufrí "acoso" durante el colegio. Aunque a mí, personalmente, esa palabra me parece muy dura, y prefiero decir que no me lo pasé muy bien durante mi infancia.
El otro día vi un programa en la MTV sobre mentiras en la red ("Catfish") ... y una chica que había sufrido a manos de sus compañeros burlas, ahora se dedicaba a engañar a la gente por internet para reírse de ellos. En ese momento no sabía dónde meterme, sentí tremendamente la vergüenza ajena, ya que me parece impensable que alguien que realmente lo haya pasado mal por los comentarios de los demás se dedique a hacer lo mismo. Pero entonces pensé, ¿quién soy yo para juzgar el comportamiento de alguien que ha sufrido tanto? La verdad es que cada cual afronta los problemas tal y como sabe o puede o quiere. Al final, parecía que lo había superado y estaba intentando aportar algo a los niños que sufrían algún tipo de acoso (pero quién sabe si es verdad, es la televisión, y ya se sabe cómo es esto...).
Desde mi particular punto de vista, en un colegio es difícil salir del círculo de las burlas una vez estás dentro de él: yo tenía problemas con el pelo, que se me caía y se me formaban pequeñas calvas en la cabeza, así que por ahí empezó todo (y no estoy hablando de adolescentes, tan sólo tenía 5 años), después con 6 años me trataron y por culpa de la cortisona engordé muchísimo, así que seguían teniendo cosas para meterse conmigo, y además me creció vello por todo el cuerpo.... pero vamos, que una vez estás metido en el ajo es muy difícil salirse de ahí. Pero siempre pensé que las personas que sufríamos algún tipo de "acoso", por así decirlo, nos recubríamos de un aura especial que iba aumentando con cada mala pasada, con cada lloro, con cada momento en el que no comprendíamos cuál era nuestro sitio en el mundo y por qué nos tocaba sufrir aquello (a mi particularmente me duró 11 añitos...). Y, entonces, me encontré con lo que esa chica estaba haciendo y no lo podía entender. ¿Por qué no había canalizado todo hacia otro lado? ¿Por qué no había intentado ser mejor que ellos?
Debo reconocer que yo pasé por distintas fases (sobre esto y otras cosas que nos pasan a lo largo de los años), y quizás no fue hasta los 18 años cuando me empecé a formar como la persona que soy hoy. Y entonces ocurrió, les perdoné, a todos los que me habían hecho daño alguna vez en mi vida, y lo mejor de todo fue el vacío que sentí dentro, porque ya no sentía odio, rabia o alguna otra cosa que me carcomiera (pues, al fin y al cabo, la peor parte me la estaba llevando yo interiormente). Sería estúpido y muy hipócrita por mi parte decir que no me causa algo de dolor recordar todo aquello, pero al mismo tiempo creo que eso que me ha pasado es una parte muy fundamental de que yo sea cómo y quién soy ahora. La vida me ha llevado hasta aquí y, ¿quién sabe qué más pasará después? ¿A dónde me llevarán futuras o presentes cosas buenas o malas? ¿Cómo moldearán mi personalidad? Quizás si me viese dentro de otros 24 años ni siquiera yo misma me reconociese, no?¿
Por eso, cuando alguien dice: "estábamos mejor antes en la ignorancia, en la infancia, en la inocencia", yo digo: "jamás volvería atrás, porque cambiando una pequeñísima cosa, seguramente mis pasos no me llevarían a dónde hoy estoy". Además, siempre hay alguna cosa de nosotros mismos que no nos gusta o que cambiaríamos o que nos gustaría añadir,, y eso es lo bueno del futuro, que siempre está esperando por nosotros con los brazos abiertos, dejándonos entrever un montón de posibilidades.
Puede que no tenga trabajo, que esté en el paro, pero jamás me quedaré parada. La mente sigue trabajando y me planteo cosas en las que antes igual ni siquiera pensaba. A día de hoy, creo que podría decir que en muchas ocasiones no tomé las mejores decisiones, y una de las menos acertadas quizás fuese haber hecho Derecho, aunque por otro lado, si no lo hubiese hecho, jamás habría conocido a un buen amigo mío, jamás hubiese salido de fiesta con él por última vez a unas semanas de terminar la carrera, y jamás habría conocido al amor de mi vida (al cual mi amigo conocía y el cuál llevaba años saliendo en el mismo local al que iba yo, y en el que no lo había visto nunca... Tuvimos que conocernos en un antro de mala muerte al que él jamás había ido y en el que yo posaba mis pies por segunda vez en la vida...). Y quizás, tan sólo quizás, si no hubiese tenido algunos problemillas en la infancia puede que jamás hubiese llegado a donde me llevaron mis zapatos, y hoy no tendría la suerte de despertarme cada día con esos ojazos azules al lado. Asi que, aunque me pese, incluso en el fondo de mi alma les esté un poco agradecida por hacerme quién soy y llevarme a dónde estoy.
¡Qué bonito sería que nadie tuviese que sufrir! Pero, al menos, espero que si alguien lo hace encuentre algún día la compasión y el amor dentro de el mismo. Y desde luego, yo siempre estaré a este lado por si cualquier persona lo necesitase. Es importante que sepan que no están solos :)
El otro día vi un programa en la MTV sobre mentiras en la red ("Catfish") ... y una chica que había sufrido a manos de sus compañeros burlas, ahora se dedicaba a engañar a la gente por internet para reírse de ellos. En ese momento no sabía dónde meterme, sentí tremendamente la vergüenza ajena, ya que me parece impensable que alguien que realmente lo haya pasado mal por los comentarios de los demás se dedique a hacer lo mismo. Pero entonces pensé, ¿quién soy yo para juzgar el comportamiento de alguien que ha sufrido tanto? La verdad es que cada cual afronta los problemas tal y como sabe o puede o quiere. Al final, parecía que lo había superado y estaba intentando aportar algo a los niños que sufrían algún tipo de acoso (pero quién sabe si es verdad, es la televisión, y ya se sabe cómo es esto...).
Desde mi particular punto de vista, en un colegio es difícil salir del círculo de las burlas una vez estás dentro de él: yo tenía problemas con el pelo, que se me caía y se me formaban pequeñas calvas en la cabeza, así que por ahí empezó todo (y no estoy hablando de adolescentes, tan sólo tenía 5 años), después con 6 años me trataron y por culpa de la cortisona engordé muchísimo, así que seguían teniendo cosas para meterse conmigo, y además me creció vello por todo el cuerpo.... pero vamos, que una vez estás metido en el ajo es muy difícil salirse de ahí. Pero siempre pensé que las personas que sufríamos algún tipo de "acoso", por así decirlo, nos recubríamos de un aura especial que iba aumentando con cada mala pasada, con cada lloro, con cada momento en el que no comprendíamos cuál era nuestro sitio en el mundo y por qué nos tocaba sufrir aquello (a mi particularmente me duró 11 añitos...). Y, entonces, me encontré con lo que esa chica estaba haciendo y no lo podía entender. ¿Por qué no había canalizado todo hacia otro lado? ¿Por qué no había intentado ser mejor que ellos?
Debo reconocer que yo pasé por distintas fases (sobre esto y otras cosas que nos pasan a lo largo de los años), y quizás no fue hasta los 18 años cuando me empecé a formar como la persona que soy hoy. Y entonces ocurrió, les perdoné, a todos los que me habían hecho daño alguna vez en mi vida, y lo mejor de todo fue el vacío que sentí dentro, porque ya no sentía odio, rabia o alguna otra cosa que me carcomiera (pues, al fin y al cabo, la peor parte me la estaba llevando yo interiormente). Sería estúpido y muy hipócrita por mi parte decir que no me causa algo de dolor recordar todo aquello, pero al mismo tiempo creo que eso que me ha pasado es una parte muy fundamental de que yo sea cómo y quién soy ahora. La vida me ha llevado hasta aquí y, ¿quién sabe qué más pasará después? ¿A dónde me llevarán futuras o presentes cosas buenas o malas? ¿Cómo moldearán mi personalidad? Quizás si me viese dentro de otros 24 años ni siquiera yo misma me reconociese, no?¿
Por eso, cuando alguien dice: "estábamos mejor antes en la ignorancia, en la infancia, en la inocencia", yo digo: "jamás volvería atrás, porque cambiando una pequeñísima cosa, seguramente mis pasos no me llevarían a dónde hoy estoy". Además, siempre hay alguna cosa de nosotros mismos que no nos gusta o que cambiaríamos o que nos gustaría añadir,, y eso es lo bueno del futuro, que siempre está esperando por nosotros con los brazos abiertos, dejándonos entrever un montón de posibilidades.
Puede que no tenga trabajo, que esté en el paro, pero jamás me quedaré parada. La mente sigue trabajando y me planteo cosas en las que antes igual ni siquiera pensaba. A día de hoy, creo que podría decir que en muchas ocasiones no tomé las mejores decisiones, y una de las menos acertadas quizás fuese haber hecho Derecho, aunque por otro lado, si no lo hubiese hecho, jamás habría conocido a un buen amigo mío, jamás hubiese salido de fiesta con él por última vez a unas semanas de terminar la carrera, y jamás habría conocido al amor de mi vida (al cual mi amigo conocía y el cuál llevaba años saliendo en el mismo local al que iba yo, y en el que no lo había visto nunca... Tuvimos que conocernos en un antro de mala muerte al que él jamás había ido y en el que yo posaba mis pies por segunda vez en la vida...). Y quizás, tan sólo quizás, si no hubiese tenido algunos problemillas en la infancia puede que jamás hubiese llegado a donde me llevaron mis zapatos, y hoy no tendría la suerte de despertarme cada día con esos ojazos azules al lado. Asi que, aunque me pese, incluso en el fondo de mi alma les esté un poco agradecida por hacerme quién soy y llevarme a dónde estoy.
¡Qué bonito sería que nadie tuviese que sufrir! Pero, al menos, espero que si alguien lo hace encuentre algún día la compasión y el amor dentro de el mismo. Y desde luego, yo siempre estaré a este lado por si cualquier persona lo necesitase. Es importante que sepan que no están solos :)
miércoles, 20 de febrero de 2013
Tema 8: El Año Nuevo
Si... hace mucho tiempo que no escribo...
A veces me pregunto si realmente sirve de algo el compartir lo que uno está viviendo. Sobre todo desde la perspectiva de que lo que realmente "mueve masas" son los blogs sobre vestuario, tendencias, etc etc. ¡Parece mentira que nos hayamos vuelto tan superficiales! Está claro que con la ropa que nos ponemos vamos a causar una cierta impresión en la gente, pero a la larga lo que prima es el contenido (o eso creo yo).
Para ser sincera, lo que más me está costando después de los 6 meses que han pasado desde que dejé las oposiciones, es lidiar con el tema de la comida. En general estoy en casa y hago bastantes cosas (me he cosido un disfraz para Carnavales muy chulo.... ¡y hasta le hice un escudo!; he pintado y dibujado, e incluso me he atrevido a hacer pequeños "cuadros" con hilos, botones y cosas así, mezcladas con pinturas). Me entretengo y me lo paso muy bien creando cosas... pero el estar en casa me come los nervios, y eso hace que yo tenga ganas de hincarle el diente a la comida que pasa por delante. Sin embargo... ¡me controlo! Dentro de los límites posbiles, me controlo, porque sé que de ahí solamente saldría una situación viciosa en la que, cada vez, el cuerpo me requeriría más y más comida y yo le daría menos y menos movimiento, convirtiéndome en una persona totalmente sedentaria.
Así que, luchando contra toda tentación me mantengo firme. Algunos días caigo un poco más en la tentación, pero al día siguiente intento mitigarlo comiendo más sano. Es una especie de equilibrio que me permite desahogarme un poco en la comida, pero al mismo tiempo ponerle los límites a mi cuerpo. Es difícil hacerlo cuando se pasa tanto tiempo en casa, pero sobre todo, creo que es muy necesario que no nos dejemos guiar por lo que el cuerpo nos pide, sino por lo que nuestra cabeza sabe que está mejor.
Además, seguramente a más gente le pase lo que a mi me pasa... Sumado a lo anterior, como vivo en una ciudad y a día de hoy no me puedo permitir el ir a un gimnasio, hacer ejercicio se me está haciendo cuesta arriba. Después de las Navidades me está siendo muy difícil retomarlo, ya que odio correr o caminar por el medio de la ciudad, y hace un tiempo horrible (la mayor parte de los días llueve). Frente a esto, yo intento mantenerme activa dentro de casa: limpiándola y ordenándola, sobre todo, jeje, pero también busco ejercicios en internet de calentamiento y los sigo (aunque sólo sea entre media hora y una hora al día). Ya sé que no es lo mismo que un gimnasio, y que seguramente la intensidad del ejercicio será menor... pero menos da una piedra!
Como supongo que ya todos habréis comprobado, es difícil estar en este tipo de situación, pero debemos aprender a combatirla y a hacer lo que nosotros creamos que es mejor, ya que de ello dependerá en gran medida nuestro humor, que incide muy directamente sobre el de los que están alrededor ( a los que debemos también tener en cuenta, ya que se les suele hacer duro vernos en este tipo de situaciones, así que por lo menos estaría bien que intentásemos ser lo más optimista para quitarles un pequeño peso de encima en cuánto a sus preocupaciones).
Está claro que en la dificultad reside la fortaleza, y que nosotros nos vamos haciendo fuertes día a día. En el momento en que nos den una verdadera oportunidad para enfrentarnos a este mundo... seremos de los primeros ;)
A veces me pregunto si realmente sirve de algo el compartir lo que uno está viviendo. Sobre todo desde la perspectiva de que lo que realmente "mueve masas" son los blogs sobre vestuario, tendencias, etc etc. ¡Parece mentira que nos hayamos vuelto tan superficiales! Está claro que con la ropa que nos ponemos vamos a causar una cierta impresión en la gente, pero a la larga lo que prima es el contenido (o eso creo yo).
Para ser sincera, lo que más me está costando después de los 6 meses que han pasado desde que dejé las oposiciones, es lidiar con el tema de la comida. En general estoy en casa y hago bastantes cosas (me he cosido un disfraz para Carnavales muy chulo.... ¡y hasta le hice un escudo!; he pintado y dibujado, e incluso me he atrevido a hacer pequeños "cuadros" con hilos, botones y cosas así, mezcladas con pinturas). Me entretengo y me lo paso muy bien creando cosas... pero el estar en casa me come los nervios, y eso hace que yo tenga ganas de hincarle el diente a la comida que pasa por delante. Sin embargo... ¡me controlo! Dentro de los límites posbiles, me controlo, porque sé que de ahí solamente saldría una situación viciosa en la que, cada vez, el cuerpo me requeriría más y más comida y yo le daría menos y menos movimiento, convirtiéndome en una persona totalmente sedentaria.
Así que, luchando contra toda tentación me mantengo firme. Algunos días caigo un poco más en la tentación, pero al día siguiente intento mitigarlo comiendo más sano. Es una especie de equilibrio que me permite desahogarme un poco en la comida, pero al mismo tiempo ponerle los límites a mi cuerpo. Es difícil hacerlo cuando se pasa tanto tiempo en casa, pero sobre todo, creo que es muy necesario que no nos dejemos guiar por lo que el cuerpo nos pide, sino por lo que nuestra cabeza sabe que está mejor.
Además, seguramente a más gente le pase lo que a mi me pasa... Sumado a lo anterior, como vivo en una ciudad y a día de hoy no me puedo permitir el ir a un gimnasio, hacer ejercicio se me está haciendo cuesta arriba. Después de las Navidades me está siendo muy difícil retomarlo, ya que odio correr o caminar por el medio de la ciudad, y hace un tiempo horrible (la mayor parte de los días llueve). Frente a esto, yo intento mantenerme activa dentro de casa: limpiándola y ordenándola, sobre todo, jeje, pero también busco ejercicios en internet de calentamiento y los sigo (aunque sólo sea entre media hora y una hora al día). Ya sé que no es lo mismo que un gimnasio, y que seguramente la intensidad del ejercicio será menor... pero menos da una piedra!
Como supongo que ya todos habréis comprobado, es difícil estar en este tipo de situación, pero debemos aprender a combatirla y a hacer lo que nosotros creamos que es mejor, ya que de ello dependerá en gran medida nuestro humor, que incide muy directamente sobre el de los que están alrededor ( a los que debemos también tener en cuenta, ya que se les suele hacer duro vernos en este tipo de situaciones, así que por lo menos estaría bien que intentásemos ser lo más optimista para quitarles un pequeño peso de encima en cuánto a sus preocupaciones).
Está claro que en la dificultad reside la fortaleza, y que nosotros nos vamos haciendo fuertes día a día. En el momento en que nos den una verdadera oportunidad para enfrentarnos a este mundo... seremos de los primeros ;)
viernes, 4 de enero de 2013
Tema 7: Casi de vuelta de las Vacaciones
Y digo casi de vuelta, y no de vuelta, porque todavía quedan los tradicionales Reyes Magos... aunque cada año más gente se olvide de ellos...
Las fiestas son, en todas las casas, un momento para reunirse con los seres queridos (o no tan queridos, depende), comer hasta reventar (o morir en el intento de un subidón de azúcar) y hacer muchas cosas o no hacer nada. En Galicia el tiempo se prestó más bien a lo segundo (como en otros muchos sitios). Además, parece como si el tiempo se hubiese congelado: no más ofertas de trabajo, no revisaban tampoco los CVs enviados y ese tipo de cosas a las que nos sentimos "apegados" los parados...
Tengo que confesar que la vuelta a la normalidad no fue mucho mejor... para dos ofertas a las que me había apuntado del área que yo estudié, las dos fueron descartadas en cuanto volvimos a la tan adorada rutina. Lo mismo me pasó con otras que no son tan diréctamente relacionadas con el Derecho, pero que me hubiesen valido igual. Volvemos a lo de siempre: pocas ofertas, muchos inscritos y, por mi parte, ninguna experiencia (ETERNA CONDENA).
Sin embargo, como tauro cabezona que soy: SIGO INTENTÁNDOLO. Aunque me he dado cuenta de que la ansiedad que me produce la búsqueda de trabajo muchas veces me impide centrarme en otras cosas... Ya hace tiempo que me ronda por la cabeza escribir un libro. La lectura siempre me ha apasionado, desde que con 8 años cogí a Momo, después lo seguí con La Historia Interminable y desde ahí suma y sigue. Así que lo voy a apuntar como primer propósito de año nuevo. Por lo menos hay que intentarlo, ¿no?
La verdad es que cuanto más tiempo estoy en el paro, menos me desespero. No sé si es porque me he dado cuenta de que me encanta hacer un montón de cosas para las que antes no tenía tiempo, y que incluso me llenan más de felicidad que la carrera que estudié... No queda bonito decirlo en voz alta, pero creo que es la verdad. Puede que si sigo haciendo las cosas que me gustan algún día pueda llegar a vivir de una de ellas... o puede que no... pero lo que tengo claro es que no es una pérdida de tiempo, porque lo que nos hace felices no puede ser algo negativo(y si hace felices también a los que están a nuestro alrededor mejor que mejor). El problema es que, cada vez más, primamos el dinero por encima de la felicidad, aunque intentemos autoengañarnos diciéndonos que no es así. Porque está claro que si trabajamos unas 10 horas al día (al final muy poca gente trabaja las 8 horas), nos pasamos 1 o 2 horas entre desplazamientos y, después de dormir las 8 horas, sólo nos quedan 4 horas, en las que tenemos que comer, ducharnos y otras cosas... se ve claramente que vivimos para conseguir ese dinero, que el tiempo que tenemos para nosotros mismos está muy reducido y que más vale que ese dinero nos consiga la felicidad porque, sino, ¿para qué todo esto?
A mí ya me lo dijo mi abuelo una vez: "aunque no encuentres trabajo de lo tuyo aquí, igual encuentras otro que esté peor pagado o lo que sea, pero no te separes de tu pareja, que es quién te hace feliz". Sé que habrá gente que piense que la carrera de uno es prioritaria, porque las personas hoy están y mañana ya se verá (y es una opinión respetable), pero yo creo que el buscar siempre lo mejor para uno mismo solamente es algo egoísta.
Lo único que puedo decir es que, sea lo que sea aquello que os guste, DISFRUTADLO, porque si supiésemos a ciencia cierta que en una semana se terminaría el mundo, la mayoría de nosotros cambiaríamos radicalmente nuestra manera de vivir y... la verdad es que nuestra vida se puede terminar cualquier día.
Espero que hayáis tenido/estéis teniendo unas Felices Fiestas!! Y que este Año Nuevo os traiga la Felicidad en la forma en que mejor os apetezca ;)
Por cierto, aprendí a tallar sandías viendo algunos vídeos por internet (un punto más para la lista de cosas hechas y que me han gustado). Os dejo unas fotitos de la mesita que preparamos para la boda de unos amigos!!
Las fiestas son, en todas las casas, un momento para reunirse con los seres queridos (o no tan queridos, depende), comer hasta reventar (o morir en el intento de un subidón de azúcar) y hacer muchas cosas o no hacer nada. En Galicia el tiempo se prestó más bien a lo segundo (como en otros muchos sitios). Además, parece como si el tiempo se hubiese congelado: no más ofertas de trabajo, no revisaban tampoco los CVs enviados y ese tipo de cosas a las que nos sentimos "apegados" los parados...
Tengo que confesar que la vuelta a la normalidad no fue mucho mejor... para dos ofertas a las que me había apuntado del área que yo estudié, las dos fueron descartadas en cuanto volvimos a la tan adorada rutina. Lo mismo me pasó con otras que no son tan diréctamente relacionadas con el Derecho, pero que me hubiesen valido igual. Volvemos a lo de siempre: pocas ofertas, muchos inscritos y, por mi parte, ninguna experiencia (ETERNA CONDENA).
Sin embargo, como tauro cabezona que soy: SIGO INTENTÁNDOLO. Aunque me he dado cuenta de que la ansiedad que me produce la búsqueda de trabajo muchas veces me impide centrarme en otras cosas... Ya hace tiempo que me ronda por la cabeza escribir un libro. La lectura siempre me ha apasionado, desde que con 8 años cogí a Momo, después lo seguí con La Historia Interminable y desde ahí suma y sigue. Así que lo voy a apuntar como primer propósito de año nuevo. Por lo menos hay que intentarlo, ¿no?
La verdad es que cuanto más tiempo estoy en el paro, menos me desespero. No sé si es porque me he dado cuenta de que me encanta hacer un montón de cosas para las que antes no tenía tiempo, y que incluso me llenan más de felicidad que la carrera que estudié... No queda bonito decirlo en voz alta, pero creo que es la verdad. Puede que si sigo haciendo las cosas que me gustan algún día pueda llegar a vivir de una de ellas... o puede que no... pero lo que tengo claro es que no es una pérdida de tiempo, porque lo que nos hace felices no puede ser algo negativo(y si hace felices también a los que están a nuestro alrededor mejor que mejor). El problema es que, cada vez más, primamos el dinero por encima de la felicidad, aunque intentemos autoengañarnos diciéndonos que no es así. Porque está claro que si trabajamos unas 10 horas al día (al final muy poca gente trabaja las 8 horas), nos pasamos 1 o 2 horas entre desplazamientos y, después de dormir las 8 horas, sólo nos quedan 4 horas, en las que tenemos que comer, ducharnos y otras cosas... se ve claramente que vivimos para conseguir ese dinero, que el tiempo que tenemos para nosotros mismos está muy reducido y que más vale que ese dinero nos consiga la felicidad porque, sino, ¿para qué todo esto?
A mí ya me lo dijo mi abuelo una vez: "aunque no encuentres trabajo de lo tuyo aquí, igual encuentras otro que esté peor pagado o lo que sea, pero no te separes de tu pareja, que es quién te hace feliz". Sé que habrá gente que piense que la carrera de uno es prioritaria, porque las personas hoy están y mañana ya se verá (y es una opinión respetable), pero yo creo que el buscar siempre lo mejor para uno mismo solamente es algo egoísta.
Lo único que puedo decir es que, sea lo que sea aquello que os guste, DISFRUTADLO, porque si supiésemos a ciencia cierta que en una semana se terminaría el mundo, la mayoría de nosotros cambiaríamos radicalmente nuestra manera de vivir y... la verdad es que nuestra vida se puede terminar cualquier día.
Espero que hayáis tenido/estéis teniendo unas Felices Fiestas!! Y que este Año Nuevo os traiga la Felicidad en la forma en que mejor os apetezca ;)
Por cierto, aprendí a tallar sandías viendo algunos vídeos por internet (un punto más para la lista de cosas hechas y que me han gustado). Os dejo unas fotitos de la mesita que preparamos para la boda de unos amigos!!
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